COLISEO
El Coliseo de Roma fue construido con ladrillos en un valle entre Palatino, Esquilino y las colinas Celio después de haber secado un pequeño lago que Nerone usaba para el Domus Aurea. La construcción de cuatro pisos con una altura de 52 metros y una extensión elíptica que alcanza los 19.000 metros cuadrados, es sin duda el símbolo más reconocido de Roma en todo el mundo. Para el placer de los habitantes de Roma aquí se organizaban peleas entre gladiadores o contra animales salvajes y espectáculos fabulosos llamados “naumachie”, que eran peleas navales reales en la Arena llena de agua. Debajo de la Arena del Coliseo, numerosos pasillos y cuartos albergaban los gladiadores y las bestias feróces que podían ser llevadas al centro de la Arena gracias a una serie de ascensores y rampas.

PALATINO
El museo se encuentra en el Palacio Cesare en medio a los monumentos recogidos del sitio de la colina, aquí se exponen varios objetos de las tumbas de la Edad de Hierro y obras de arte de los edificios imperiales. Las más importantes de estas obras son las pinturas decorativas del cuarto de lectura de Isiaca. Según una antigua tradición, fue en esta colina donde Rómulo construyó el primer núcleo de Roma en la segunda mitad del siglo VIII aC. Las excavaciones han revelado chozas y tumbas de la Edad de Hierro y la antigua fortificación. El Palatino fue también el centro de cultos como el de Magna Mater (Cibele). Entre el siglo II y I a.c. se convirtió en una colonia residencial para la aristocracia Romana. En este período se construyó la Casa de Grifi, famosa por sus pinturas. El Emperador Augustus transformó el Palatino en el centro oficial del poder e inizió un programa de construcción de palacios imperiales y trabajos de reestructuración y ampliación de edificios construidos por los emperadores anteriores.

FORO ROMANO
El valle del Foro, situado entre las siete colinas de Roma, fue en la antigüedad un pantano. Desde finales del siglo VII aC, después de la recuperación y drenaje de los pantanos, el Foro Romano fue construido constituyéndose en el centro de la vida pública de Roma por más de un milenio. A través de los siglos se construyeron varios monumentos, primero los edificios para la actividad política, religiosa y económica, y más tarde durante el siglo II aC, los edificios civiles o basílicas donde se desarrollaron las actividades judiciales. Al final de la edad republicana el antiguo Foro Romano era insuficiente, inadecuado y poco funcional como centro civil y administrativo de la ciudad. Los emperadores y sus dinastías añadían sólo monumentos de prestigio: El Templo de Vespasiano y Tito y el de Antonino Pío y Faustina dedicados a la memoria de los emperadores; el monumental arco de Settimo Severo, construido en el extremo oeste de la plaza en el 203 dC para celebrar sus victorias militares. El último gran proyecto tuvo lugar a principios del siglo IV dC bajo el emperador Massenzio, un templo dedicado a la memoria de su hijo Rómulo y la imponente Basílica en la Velia reestructurada a finales del siglo IV dC. El último monumento que se levantó en el Foro fue la Columna del 608 dC en honor del emperador bizantino Phocas.